Género: Ctenosaura
La Ctenosaura pectinata, conocida comúnmente como iguana negra, es una especie de iguana del género Ctenosaura, endémica de México.
Allí podemos encontrarla desde el centro de Sinaloa hasta el sur de Chiapas. También se ha introducido en los Estados Unidos, en el extremo sur del estado de Tejas y en las costas del suroeste de Florida.
En estado salvaje, sus hábitats predilectos son las selvas baja y mediana caducifolia y el matorral espinoso.
La conservación de la especie es una prioridad en México, ya que se considera una especie amenazada debido a su explotación como fuente de carne y la destrucción de su hábitat.
Contenidos de la página
Características de la iguana negra
A esta especie se la conoce también como iguana mexicana de cola espinosa, por las distintivas escamas quilladas de su larga cola.
La iguana negra es una especie de reptil que pertenece a la familia de los iguánidos. Forma parte del género Ctenosaura, el más diverso con al menos 15 especies conocidas.
Diversos estudios genéticos han demostrado que esta especie está muy relacionada con la iguana espinosa del Golfo (Ctenosaura acanthura).
Es una de las especies más grandes de su género, pudiendo llegar a alcanzar los 1.3 m de longitud, algo menos en el caso de las hembras, que llegan a medir 1 m.
Las Ctenosaura pectinata presenta una cresta de largas espinas que recorre su cuerpo longitudinalmente desde el centro de su espalda.
La forma de su cabeza es alargada y plana en su parte anterior, cubierta de escamas hexagonales y quilladas de menor tamaño.
La iguana negra es por lo general marrón o marrón grisácea, en contraste con una superfície del vientre amarillenta.
Las crías a menudo son de un color verde brillante sin ningún patrón en la piel, que va oscureciéndose a medida que crecen.
Aunque no se sabe con exactitud, se estima que esta iguana en estado salvaje vive alrededor de 10 años.
¿Es Venenosa la Iguana Negra? Descubriendo la Verdad
La iguana negra (Ctenosaura pectinata) no es venenosa. Aunque poseen espinas y pueden morder cuando se sienten amenazadas, su mordedura no es tóxica. Estas iguanas son principalmente herbívoras y suelen tener interacciones pacíficas. Es importante mantener una distancia respetuosa para evitar perturbar su comportamiento natural y garantizar la seguridad de ambos.
Distribución de la Ctenosaura pectinata
La iguana negra es originaria de México, donde se distribuye en la costa del Pacífico, desde el sur de Sonora hasta Chiapas, en Isla Isabel, Islas Marías y en los estados de Morelos, Estado de México y Puebla.
Este animal se ha introducido en Brownsville, Tejas y el sur de Florida, lugar donde existen varias poblaciones que se reproducen en estado salvaje.
En la costa sureste de Florida se ha observado a la iguana negra en Key Biscayne, el condado de Broward y Hialeah.
Las problemáticas iguanas negras de Isla Gasparilla
También se encuentra en la costas del suroeste, en Isla Gasparilla. En diciembre de 2007 se estimó que la población de iguanas negras en esta isla alcanzaba los 12.000 ejemplares.
Se cree que todas ellas son descendientes de un trío de iguanas domésticas, que fueron liberadas por los residentes de la isla en los años 70.
En la isla de Gasparilla se considera a la iguana negra un animal molesto, debido a su afición por alimentarse de flores y arbustos ornamentales, aves que anidan y huevos de tortuga marina.
Entre otros problemas que ocasionan, se las ha observado masticando el cable del tendido eléctrico y del teléfono.
También son a menudo portadoras de la salmonela y se sabe que su apariencia intimida a algunos de los residentes de la isla.
Como a las iguanas negras les gusta cavar en la arena, los habitantes de Gasparilla temen que sus túneles puedan causar el colapso de las dunas.
Se teme incluso que lleguen a hundir los rompeolas, privando a la isla de un elemento de protección crucial frente a huracanes.
¿Qué comen las iguanas negras?
Los hábitos alimenticios de la Ctenosaura pectinata varían en función de la edad del animal.
En el caso de las crías, su dieta se basa principalmente en insectos, mientras que el caso de las iguanas jóvenes, los insectos forman parte de su dieta pero el consumo de hojas es más importante.
Sin embargo, los animales adultos son principalmente herbívoros, se alimentan de una variedad de flores, hojas, frutas y tallos.
Pero son animales oportunistas, que en ocasiones se convierten en depredadores de polluelos, crías de ratón, huevos y artrópodos.
Estudios en la dieta de la iguana negra en la selva tropical de México, analizaron el contenido estomacal de este animal, encontrando que los vegetales representaban el 70% de lo que había ingerido.
El 30% restante estaba compuesto de restos animales de insectos, crustáceos y en menor medida moluscos y miriápodos.
Canibalismo entre iguanas negras
En Isla Isabel, ubicada en la boca del Golfo de California, se han observado casos de canibalismo entre ejemplares de iguana negra.
Las crías, por su vulnerabilidad y menor tamaño, son las principales víctimas de estos casos de canibalismo.
Las iguanas jóvenes con su mayor tamaño tienen fácil dar caza a las iguanas negras bebés y engullirlas.
El canibalismo en esta especie parece estar determinado genéticamente y fomentado por factores ambientales.
La Ctenosaura pectinata es una de las cinco especies de lagartos que pueblan Isla Isabel. Allí esta iguana es bastante abundante, por lo que es posible que el canibalismo sea un mecanismo natural para controlar su población.
La falta de depredadores y la competencia por el alimento y el espacio en la isla probablemente sean las causas principales de los casos de canibalismo observados.
Comportamiento de la Ctenosaura similis
La iguana mexicana de cola espinosa es un lagarto social, que se ha adaptado a vivir en grupos, al contrario que otras especies de Ctenosaura que tienden a ser animales solitarios.
Son animales diurnos y se mueven rápido, aprovechando su velocidad para escapar de depredadores, pero si se ven acorralados atacarán con sus colas y morderán si es necesario.
Las iguanas negras son excelentes trepadoras y prefieren un hábitat rocoso con multitud de grietas donde esconderse, rocas donde solearse y árboles cercanos a los que escalar.
En su etapa como crías son principalmente arborícolas, es decir, pasan la mayor parte del tiempo en los árboles, gracias a la fuerza de sus garras y su cola, con las que se aferran a los troncos y mantienen el equilibrio.
A medida que crecen empiezan a pasar la mayor parte de su tiempo en tierra, asoleándose sobre las rocas.
Al ser animales de sangre fría necesitan el calor del sol para regular su temperatura. Por eso, con los primeros rayos de sol salen a calentarse hasta que alcanzan la temperatura ideal.
Reproducción de la iguana negra
El periodo reproductivo de las iguanas negras se produce entre los meses de noviembre y diciembre.
Los machos compiten por el territorio y el derecho a aparearse con las hembras. Este comportamiento empieza unos tres meses antes de la puesta de los huevos.
Su fertilización comienza de tres a seis semanas antes del desove y el apareamiento entre enero y marzo.
Pasadas entre ocho y diez semanas desde la cópula, la hembra cava un nido y deposita hasta 50 huevos en la madriguera.
Los huevos eclosionan pasados 90 días, cuando las iguanas negras bebés, de un color verde brillante, excavan una salida hacia la superficie.
La eclosión de los huevos coincide con el inicio de la época de lluvias, cuando hay florecen multitud de plantas y flores.
Este hecho garantiza que haya alimento en abundancia y las crías puedan crecer rápido, garantizándoles protección frente a los depredadores.
El Encanto de las Iguanas Negras Bebés
Las iguanas negras bebés, también conocidas como crías de la Ctenosaura pectinata, tienen un atractivo especial para quienes buscan conocer a estas adorables criaturas en sus primeras etapas de vida.
Con su coloración suave en tonos de gris o marrón claro, y su tamaño pequeño y juguetón, capturan la atención de amantes de la naturaleza. Estas curiosas crías exploran su entorno con agilidad y se alimentan de insectos y hojas tiernas.
Sin embargo, si estás considerando tener una iguana negra bebé como mascota, recuerda que necesitan cuidados especiales y responsables para asegurar su bienestar a medida que crecen.
Territorialidad de las iguanas negras macho
El comportamiento territorial de la iguana negra macho se caracteriza por una serie de movimientos estilizados.
El repertorio incluye cabeceos verticales y subir y bajar la zona del vientre mediante la extensión de sus patas delanteras.
También practican movimientos de agresión, como el arqueo de su zona dorsal, exhibir la zona entre la barbilla y el cuello, elevar la cresta, mostrar el interior de la boca y hacer movimientos de cabeza exagerados.
Estado de conservación
La iguana negra, además de tener una importante función ecológica como dispersora de semillas, ha sido una fuente de alimento de las culturas indígenas de México.
También ha tenido para estas poblaciones diversos usos en la medicina tradicional, la bisutería y en la cría como animal doméstico.
Su importancia es muy notable en las áreas de Nayarit, Jalisco, Durango, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla, Chiapas y Zacatecas.
En estos lugares, a causa de la sobre explotación y la destrucción de su hábitat debido al crecimiento demográfico, la iguana negra se encuentra en situación de peligro desde hace años.
Aunque no se incluye en la Lista Roja de la IUCN, la especie sí figura en la Lista Roja Mexicana NOM-059-2001 como amenazada y actualmente su caza, captura o comercialización es ilegal allí.
Esta protección no se aplica sin embargo en otros lugares del mundo donde se ha introducido la especie, como Estados Unidos.
A pesar de la prohibición vigente en México, la depresión de Balsas, que recorre las fronteras entre los estados de Michoacán y Guerrero, es una de las mayores zonas de caza y comercio ilegal.
Las principales causas de que la caza furtiva de iguanas negras se concentre en esta zona se debe a que es un lugar remoto, de difícil acceso para las fuerzas del orden.
Para la conservación de la iguana negra, es importante la creación de sistemas de cría en cautividad, que permitan una producción rentable.
Estos sistemas contribuyen a la disminución de la caza ilegal y a la protección de esta especie frente a la extinción.