El género iguana está compuesto por una serie de lagartos herbívoros escamosos, pertenecientes a la familia de los iguánidos (Iguanidae).
Este género fue descrito por primera vez en 1768 por el naturalista austriaco Josephus Nicolaus Laurenti, en su obra Specimen Medicum, Exhibens Synopsin Reptilium Emendatam cum Experimentis circa Venena.
La palabra iguana proviene del nombre que le dieron los taínos: iwana. Los taínos fueron los habitantes precolombinos de las Antillas.
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Especies del género iguanas
Dos especies se engloban dentro del género Iguana: la iguana verde (Iguana iguana), que es la especie más extendida y popular como mascota, y la iguana del Caribe (Iguana delicatissima), originaria de las Antillas Menores y en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat y la hibridación con las iguanas verdes, introducidas en las islas.
Curiosamente, a pesar de su nombre no todas las iguanas verdes son de este color, pudiendo adoptar tonalidades rojizas, amarillas o anaranjadas, además del verde.
Hábitat de los especímenes del género iguanas
Las iguanas son originarias de las zonas tropicales de México, Centro América, Sudamérica y el Caribe.
Viven en los árboles y aunque puedan parecer lentas, las iguanas se mueven rápido entre la vegetación y son muy buenas trepando.
Características del género iguana
They have a large round scale on their cheeks known as a sub-tympanic shield.
Las iguanas pueden llegar a alcanzar de 1.5 a 1.8 metros de longitud, incluyendo la cola. Con este tamaño se posicionan como los animales más grandes de la familia de los iguánidos.
Las dos especies de lagarto dentro del género iguana poseen una característica papada y un par de espinas que recorren toda su espalda, hasta llegar a su cola.
Detrás del cuello pueden observarse una serie de escamas con forma de pico, conocidas como tuberculares. Estas escamas pueden ser de varios colores y no siempre pueden verse a simple vista.
Tienen una gran escama circular en sus mejillas, conocida como membrana sub-timpánica, que les sirve para detectar cambios climáticos y de presión en su entorno.
Visión
Tienen una excelente visión a grandes distancias, siendo capaces de detectar cuerpos, sombras y objetos en movimiento.
A pesar de vivir en zonas de selva densa, son capaces de guiarse a través de ella con sus ojos, que además les sirven para encontrar alimento.
Algo curioso de las iguanas es que poseen un tercer ojo. Este órgano conocido como ojo parietal o pineal parece una escama pálida, situada en la cabeza del animal.
A pesar de no poder ver por él, sí es sensible a los cambios de luz y puede detectar movimiento, algo útil en caso de que un depredador ataque desde arriba.
Color de piel del género iguana
Las iguanas pueden cambiar el color de su piel por diversos motivos: como adaptación a cambios de temperatura, durante la época de celo o como manifestación de estrés o alguna enfermedad.
La coloración grisácea o verde del género iguana les otorga el camuflaje ideal para pasar desapercibidas entre el follaje espeso de los árboles donde habita.
Su capacidad de adaptación y camuflaje son las claves de su longevidad, pudiendo llegar a alcanzar de 10 a 20 años de vida.
Son muy susceptibles a los cambios de temperatura y pueden cambiar la tonalidad de su piel para adaptarse a ellos. Una iguana sometida a bajas temperaturas oscurecerá su piel para absorber mejor el calor.
Si por el contrario la temperatura resulta excesiva, en ese caso adoptará un color amarillo pálido, casi blanco, para reflejar en mayor medida los rayos de sol.
Otros pueden afectar también al color de las iguanas, como el periodo de reproductivo, el estrés, la muda de piel o infecciones parasitarias.
Reproducción
Las iguanas son reptiles ovíparos, siendo en febrero su periodo de desove, cuando la hembra pone entre 10 y 70 huevos, ocultos bajo tierra.
Aunque alcanzan su madurez sexual a los 16 meses, no se las considera realmente como adultas hasta cumplir los 36 meses.
Aunque la mayor parte del tiempo son animales solitarios, durante la época de apareamiento las hembras forman grupos junto a un macho dominante. Casi todo el resto del tiempo viven en completa soledad.